Marzo: mes prolífico en conspiraciones

En la convulsa historia de la humanidad y aun en la Argentina, Marzo ha sido prolífico en conspiraciones, algunas exitosas y otras no tanto. Sin querer emular a una enciclopedia me vienen a la memoria algunas

“¡Tu quoque fill mi!”

“Tu también, hijo mío” dicen que musito Julio Cayo Cesar cuando en los Idus de Marzo, el 15 de ese mes del año 44 antes de Cristo. Ocurrió cuando se reunían para elegir a los nuevos cónsules, es asesinado por varios senadores, entre ellos su hijo adoptivo Bruto. Tácito en sus “Anales” cuenta que numerosos fenómenos anunciaron la muerte del primer Cesar romano:

“LXXXI. Prodigios evidentes anunciaron a César su próximo fin. Escasos meses antes, los colonos a quienes la ley Julia había otorgado terrenos en la Campania, para construir casas de campo, destruyeron antiquísimos sepulcros, y con tanto más afán cuanto que en las excavaciones que hacían solían encontrar vasos de labores antiguas. En un sepulcro que guardaba, según decían, los restos de Capys, fundador de Capua, encontraron una plancha de bronce que conserva en caracteres y palabras griegas la siguiente inscripción “Cuando se descubran las cenizas de Capys, un descendiente de Iulo perecerá a manos de sus deudos, pero no tardara en ser vengado por las desgracias de Italia” (...) Pocas fechas antes de su muerte supo (Julio César) que los caballos por él a los dioses antes de pasar el Rubicón, y que había dejado vagar sin amo, se negaban a comer y lloraban; por su parte el aurúspice Spurinna (Del lat. haruspex, -icis. 1. m. Sacerdote que en la antigua Roma examinaba las entrañas de las víctimas para hacer presagios.) le advirtio durante un sacrificio, que se guardase del peligro que le amenazaba para los Idus de marzo. La víspera de estos mismos idus, habiendo penetrado en la sala del Senado, llamada de Pompeyo, un reyezuelo (pájaro) con una rama de laurel en el pico, aves de diferentes clases, salidas de un bosque cercano, se lanzaron sobre él y lo despedazaron. Por último la noche que precidió al día de su muerte, creyó en sueños que se remontaba a las nubes y ponía su mano en las de Júpiter; a su vez su esposa Calpurnia soñó que se desplomaba el techo de su casa y que mataban a su esposo en su brazos, mientras las puertas de su habitación se abrían violentamente por si mismas. Todos estos presagios y el mal estado de su salud le hicieron vacilar por largo tiempo acerca si permanecería en su casa aplazando para el día siguiente lo que había propuesto al Senado; pero exhortado por Décimo Bruto a no hacer aguardar inútilmente a los senadores que estaban reunidos desde temprano, salió de su casa hacía la hora quinta. En el camino un desconocido le presentó un escrito que le revelaba la conjuración; César lo tomó y lo puso junto a otros para leer luego...”

La Maquina Infernal

En 1841 dominaba la escena política argentina (o Confederación Argentina) el Brigadier Juan Manuel de Rosas llamado también El Restaurador de las Leyes. Sus acérrimos enemigos no cesaban desde Montevideo de maquinar revueltas. Entre las casi desconocida artimañas que se tramaron figura la inusual forma de atentado mediante una carta bomba, o mejor dicho, un paquete bomba. La historia dice (Felipe Pigna “los mitos de la historia argentina 2”):

“El 27 de marzo de 1841, como todos los días Manuelita, hija y secretaría del Restaurador, recibió la correspondencia. Le llamó la atención un paquete remitido por la “Sociedad de Anticuarios del Norte” con sede en Copenhague, Dinamarca. Cuando la “Princesa Federal” intentó abrirla, la tapa se levantó bruscamente y se escucho un ruido métalico. Optó por cerrarla y llevársela a su padre que se la sacó rápidamente intuyendo algo extraño. Rosas finalmente levantó completamente la tapa y pudo ver en su interior 16 pistolas distribuidas en forma circular, cuyos gatillos estaban unidos por un alambre al mecanismo de apertura de manera de hacer fuego apenas se abriese. El mecanismo falló y Rosas pudo lanzar una sonora carcajada unida a interminables insultos contra los salvajes unitarios. El operativo había sido cuidadosamente planeado en Montevideo por el ex federal fanático José Rivera Indarte. A comienzos de marzo (de ese año) llegó a Montevideo la caja enviada por la Sociedad de Anticuarios que fue recibida por el embajador de Portugal, Leonardo de Souza Acevedo Leite, amigo del restaurador. Souza depositó la caja en el Ministerio de Relaciones Exteriores en Montevideo con una nota que explicaba que debía ser embarcada a Buenos Aires y entregada en mano a Rosas. Informado por los empleados del Ministerio que simpatizaban con los antirosistas,Rivera Indarte pudo hacerse con la caja y llevarla al taller mecánico de un tal Aubriot. Entre los dos pergeñaron el mecanismo y cambiaron las medallas que contenía originalmente la caja por su carga mortal. La caja volvió al Ministerio sin que nadie notase su ausencia y fue retirada por el edecán del almirante francés Dupotet, monsieur Bazin, quien se la llevó a Buenos Aires y se la entrego a Manuelita.

Otros idus de Marzo:

En 1461 es depuesto el monarca Enrique VI Restaurado por Warwick en 1470, fue vencido poco después y recluido en la Torre de Londres, donde murió asesinado, también es asesinado el Primer ministro de España, Eduardo Dato es asesinado a la salida del edificio de Parlamento en Madrid. En el Gobierno de concentración nacional presidido por Maura en 1918 ocupó la cartera de Estado. Y volvió a la Presidencia del Consejo en 1920-1921, un periodo de fuerte agitación obrera, que trató de calmar impulsando una legislación social (para lo cual creó el Ministerio de Trabajo); pero no consiguió parar la espiral de terrorismo y represión, especialmente en Barcelona. Murió asesinado por tres anarquistas catalanes, que le dispararon desde una motocicleta con sidecar, junto a la madrileña Puerta de Alcalá, cuando regresaba del Senado.

El Nudo Gordiano I

Durante el reinado de Alejandro Severo, Gordiano (que ya era un anciano de 80 años) se arriesgó con el peligroso gobierno de África. Siendo Gordiano procónsul, Maximino Trayax asesinó al emperador Alejandro Severo y se autoproclamó su sucesor. Maximino no fue un emperador popular, y el descontento general causado por su opresivo gobierno culminó en una revuelta en África, en 238. Gordiano se hizo eco del clamor popular y asumió tanto el cargo de emperador como el título de Africano el 22 de marzo de ese año, preocupándose, por su avanzada edad, de asociar al trono a su hijo Gordiano II. Pocos días después entró en la ciudad de Cartago, siendo vitoreado por la población y por los líderes locales. Mientras tanto en Roma el prefecto pretoriano de Maximino era asesinado, y parecía que la rebelión iba a tener éxito. El Senado confirmó a Gordiano como emperador y la mayoría de las provincias se pusieron de su parte. Curiosamente la oposición a su reinado vendría de la vecina provincia de Numidia. Capeliano, gobernador de Numidia y leal a Maximino Trayax, renovó su alianza con el antiguo emperador e invadió la provincia de África con varias legiones de veteranos. Gordiano fue vencido, y su hijo Gordiano II murió en la batalla. Apenado por la muerte de este último, Gordiano se suicidó. Había sido emperador sólo 36 días. Se sabe muy poco de su vida privada, suponiéndose por su nombre que su familia provenía de Frigia (Anatolia). Era hijo de Metio Marullus, de la ilustre familia de los Gracos, y de Ulpia Gordiana. Era una simple familia equestre, aunque de grandes riquezas, pero fue ascendiendo en la jerarquía hasta que entró en el Senado. Tenía dos hijos: Marco Antonio Gordiano (Gordiano II) y Maecia Faustina la madre de Gordiano III.

Se cae la iglesia

En 1752 en Argentina, hundimiento de la mayor parte de la catedral de Buenos Aires. Tras su reconstrucción, fue nuevamente abierta al culto el 25 de marzo de 1791. Se rumoreaba en esos años que había sido un sabotaje deliberado por parte de la masonería, lo cual es improbable en esas fechas.

Y el cierre de las infamias: 24 de marzo de 1976 La Dictadura

Aunque no fue ninguna sorpresa, ese marzo inicio una conjura cívico-militar cuyas consecuencias aun estamos padeciendo y que a 28 años de esta situación todavía no se han borrado las huellas lo suficiente como para entender que clase de sociedad somo o queremos ser.