lunes, agosto 29, 2005

El Rodar de las Estrellas

Hay cosas que no se deben decir y otras escribir. Esta es una de ellas, perdoname, no puedo callar...

Esta noche oigo las estrellas rodar por encima de mi cabeza, en su trayectoria hacia el fondo de la noche, y en su trajinar -que algún filosofo llamo "La Música de las Esferas"- componen un sentimiento que me oprime y me da la vida la mismo tiempo: tu amor. No puedo vivir sin él y no puedo concebir como viví antes de él. Tu ausencia es un desgarro doloroso que da sentido a este sentimiento tan punzante.
¿Por qué no seré capaz de vivirlo tan intensamente cuando te tengo conmigo? ¿Por qué? Percibo mis cobardías como ese rodar de las estrellas que van desde este sur Bonaerense frío y lejano a tu cálida Corrientes, y en su camino trazan el rumbo que mi alma lleva una y otra vez desde la frialdad de mi lecho lleno de tu ausencia a la tibieza y ternura de tu cuerpo.

Tanto te anhelo que, invariablemente, temo no saber beber de ti. Te deseo, intensamente y pacientemente. Deseo compartir tus penas, tus angustias y tus pequeñas crisis y cobijándote con mi abrazo tu descubras que también soy frágil y tu amor es lo único que me da sustento.

¿Cuanto falta para que las estrellas lleguen a su destino y dejen de rodar? Semanas, quizás algunos meses. Ese es el precio que pagamos por el atrevimiento de amarnos, porque no esta permitido que las cosas buenas y verdaderas se den con facilidad o con suerte liviana. Todo lo bueno suele poseer un valor que debemos transitar muchas veces para descubrir si ese mismo amor que decimos tener alcanza o es una ilusión. En nuestro caso estoy dispuesto a cubrir ese costo con lo que sea, tu eres mi meta y mi fin.

¿Qué quedara al final del rodar de estas estrellas distantes, mi amor? Solo el silencio resonando vacío en el espacio, pero en nuestros corazones no habrá frío ni silencio esa noche, habrá amor y calor, pasión y deseos. Te amo, con todo mi ser...
Ámame hasta que el dolor desaparezca, hazme el amor hasta que me olvide de mis miserias, ámame hasta que muera y lo único que vea sean tus ojos amorosos diciéndome todo sin mediar palabra. Te amare hasta curar tu herido corazón, devorare tus penas y te daré mi ser en tu vientre, te haré feliz, mi mujer mi esposa y madre.

Te amo, sin medida ni tasa,con toda la potencia de mi ser, desde hoy, ayer y siempre; desde antes que las estrellas iniciaran su lento rodar por la bóveda celeste, desde aquí hasta allá, mi amor.

2 Comentarios:

Blogger silvina dijo...

Como hace poco más de un año, leo tus palabras, me emociono y me digo: no me equivoqué...
gracias...también te amo, aunque mis palabras sean muy simples

9:49 a.m.  
Blogger ★Carlos Becerra★ dijo...

AMAR PUEDE LLEGAR A SER UN VERBO DIFÍCIL O FÁCIL DE CONJUGAR, PERO SIN DUDAS MUY LEJANO DE COMPRENDER Y AUN MAS COMPLICADO DE COMPARTIR.

UN ABRAZO...
CHB.-

1:17 p.m.  

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